Desde siempre, he valorado las conexiones genuinas y me he sentido fascinada por la diversidad de las personas. Estas cualidades se han fortalecido a través de mi experiencia viviendo en dos países diferentes. La vida misma me ha enseñado la importancia de adaptarme y entender las distintas formas en las que las personas experimentan el mundo.

El estudio del comportamiento humano ha despertado mi curiosidad y admiración a lo largo del tiempo. Desde explorar las emociones en las páginas de un libro, hasta verlas representadas en una obra de arte, siempre he estado en constante búsqueda de comprensión. Este interés me llevó a decidirme por la psicología como profesión, y en ese camino, pude aprender herramientas de diferentes enfoques para dar forma a mi estilo terapéutico.

Sin embargo, fue durante mi propio proceso de terapia donde encontré las lecciones más profundas. Viví personalmente los beneficios de ser vulnerable, de cuidarme emocionalmente y de conocer mi mundo interno. Aprendí que nuestras emociones no son enemigas, sino aliadas valiosas en nuestro proceso de sanación. También, aprendí a comprender, aceptar, y abrazar a todas las partes de mí, incluso a aquellas que antes rechazaba. Esto ha sido clave para fortalecer la relación conmigo misma y para encontrar mi misión como psicóloga sanitaria.

Mi objetivo es ser una guía en el proceso de ayudarte a mejorar la relación con tus emociones, y así conseguir que puedas mirar hacia dentro con curiosidad y compasión. Así, juntos podemos comprender el papel que tus emociones juegan en tu vida, sanar las heridas del pasado y enfrentar con claridad las situaciones del presente. Trabajaremos como equipo, respetando tu ritmo y tus necesidades individuales, desde una base de confianza, cercanía y comunicación abierta sin juicios.

Como terapeuta, es fundamental para mí que sientas seguridad y apoyo en cada paso del camino.