La decisión de estudiar medicina la tuve clara desde muy joven, siempre he sabido que quería tener una profesión centrada en el trato con las personas. Sin embargo, mi vocación como psiquiatra vino más tarde. A lo largo de la carrera me di cuenta de que más allá de lo biológico, me interesaban sobre todo los aspectos psicológicos y sociales del ser humano. Poder acompañar a las personas en un momento de sufrimiento personal e intentar ayudarlas.

Decidí hacer psiquiatría y no me equivoqué. Después de graduarme en medicina en la Universidad Autónoma de Madrid, me especialicé en psiquiatría en el Hospital Universitario Puerta de Hierro. Desde que terminé mi formación he estado trabajando en consultas de psiquiatría general de dos Centros de Salud Mental del Servicio Madrileño de Salud. Durante todo este tiempo he podido adquirir experiencia en el abordaje y el tratamiento de cada una de las diferentes patologías de la salud mental.

En mi forma de trabajar considero que lo fundamental es priorizar el vínculo terapéutico y la relación médico-paciente. En la medida de lo posible me gusta llevar a cabo un abordaje multidisciplinar, integrando el trabajo de los distintos profesionales que forman parte del seguimiento de un paciente. Si bien el tratamiento psicofarmacológico es importante y necesario en muchos casos, también lo es un abordaje psicoterapéutico acompañante. Por eso, decidí hacer un máster en psicoterapia integradora durante tres años en la Universidad de Alcalá, lo que me ha permitido adquirir herramientas terapéuticas que pueden contribuir a un mayor bienestar del paciente.