Sofía Rumié
Psicóloga sanitaria
Número de colegiado M-38951
Cuando las emociones y el cuerpo nos hablan, puede ser intenso, confuso o incómodo. Mi objetivo es acompañarte a mejorar la relación contigo misma, explorando lo que sientes desde la curiosidad y la compasión. Juntos comprenderemos el papel de tus emociones, sanaremos heridas del pasado y afrontaremos el presente con más claridad. Trabajaremos a tu ritmo, en un espacio seguro, de confianza y sin juicios.
“Entender cómo nuestras emociones, tanto las agradables como las desagradables, juegan un papel en nuestras vidas nos permite verlas como aliadas en lugar de adversarias.”
- Sofía Rumié
Hola soy Sofía,
esta es mi historia
Desde siempre, he valorado las conexiones genuinas y me he sentido fascinada por la diversidad de las personas. Estas cualidades se han fortalecido a través de mi experiencia viviendo en dos países diferentes. La vida misma me ha enseñado la importancia de adaptarme y entender las distintas formas en las que las personas experimentan el mundo.
El estudio del comportamiento humano ha despertado mi curiosidad y admiración a lo largo del tiempo. Desde explorar las emociones en las páginas de un libro, hasta verlas representadas en una obra de arte, siempre he estado en constante búsqueda de comprensión. Este interés me llevó a decidirme por la psicología como profesión, y en ese camino, pude aprender herramientas de diferentes enfoques para dar forma a mi estilo terapéutico.
Mis tres pilares
Seguridad
Creo un espacio libre de juicios donde puedas explorar y procesar tus emociones con apoyo y confianza. Sostener tu malestar con respeto es una parte central del proceso terapéutico.
Curiosidad
Hacemos espacio para todas tus partes, incluso las que más rechazas. Desde la curiosidad, aprendemos a cuidar nuestras emociones y conectar con lo que somos de verdad.
Equipo
El proceso terapéutico es un trabajo en equipo: tú eres el experto en tu vida. Yo me ajusto a tu ritmo y te acompaño para integrar lo aprendido en tu día a día.
Mi camino profesional
y experiencia
Mi camino como terapeuta comenzó con un enfoque cognitivo-conductual, pero lo que realmente transformó mi forma de trabajar fue darme cuenta de la importancia de poner la emoción en el centro del proceso terapéutico.
Aprender a trabajar desde la emoción me permitió ser una terapeuta más empática y cercana, capaz de acompañar a las personas de una manera más profunda y ajustada a sus necesidades.
