Silvia Sparrowe
Psicóloga sanitaria
Número de colegiado M-35037
En momentos de cambio o crisis, cuando lo que antes nos sostenía deja de funcionar, la terapia se convierte en un espacio seguro para explorar nuevas formas de estar en el mundo.
Un proceso que te ayuda a comprenderte, cuidarte y sentirte mejor.

“Las crisis no son algo negativo en sí mismas. Son puntos de inflexión, momentos en los que la vida nos invita a tomar un camino distinto. No se trata de encontrar algo mejor o peor, sino simplemente algo nuevo, más acorde con lo que ahora necesitamos.”
- Silvia Sparrowe
Hola soy Silvia,
esta es mi historia
Siempre sentí una vocación profunda por la psicología, aunque al principio no sabía muy bien por qué. Con el tiempo, al entender de verdad en qué consistía acompañar a alguien en su proceso, me fui enamorando cada vez más de esta profesión. Acompañar a personas me recuerda constantemente de lo que somos capaces, incluso en los peores momentos.
Las ganas de vivir que emergen, incluso en medio del dolor, me hacen sentir profundamente agradecida de poder dedicarme a esto.

Mis tres pilares

Honestidad
Estaremos en este proceso juntas, buscando con sinceridad qué te está ocurriendo y qué puede ayudarte, compartiendo sin miedo cualquier dificultad que aparezca en el camino.

Confianza
Confío profundamente en tu capacidad para atravesar lo que duele y reconstruirte desde ahí. Incluso en los momentos más difíciles, creo en la fuerza que emerge cuando te sientes sostenida y acompañada.

Empatía
Te acompaño desde el respeto a tu historia, tus ritmos y tu contexto, con una mirada compasiva hacia lo que estás viviendo. Sostenerte sin juicio es el primer paso para que puedas sentirte libre de ser tú.
Mi camino profesional
y experiencia
Siempre he trabajado en el ámbito de la terapia familiar, acompañando tanto a familias como a personas de forma individual. Me interesa especialmente cómo lo que vivimos en generaciones anteriores puede influir en lo que nos sucede hoy.
A lo largo de mi recorrido profesional he trabajado con niños en riesgo de exclusión social y con personas que conviven con enfermedades raras en grupos de apoyo.
En estos espacios descubrí algo muy valioso: cuando compartimos lo que nos duele, nos sentimos menos solos y aprendemos unos de otros.
Fue a través de estos grupos donde me acerqué a los trastornos de la conducta alimentaria, tema en el que decidí especializarme.
Acompañar a alguien con un TCA y ver cómo va recuperando su vida, su fuerza y sus ganas de vivir, es lo que más me llena de esta profesión.
