A lo largo de mi vida he pasado por momentos muy dolorosos emocionalmente -pérdidas, enfermedades, cambios repentinos, inestabilidad en mi hogar-. Esto se manifestaba en mi cuerpo en forma de tensión constante, problemas digestivos, dermatitis, estrés y ansiedad.  Con los años y la experiencia, he aprendido a escuchar mi cuerpo y a darle lo que necesita. Ahora puedo entender que eso que nos han contado de que la mente y emociones van por un lado y el cuerpo por otro, es un concepto dicotómico obsoleto que nos aleja de lo que realmente somos y nos hace vivir desconectados de nosotros mismos.

Para entender al ser humano en su totalidad, hay que estudiar mucho todas sus partes y cómo éstas se relacionan entre sí. Y es lo que llevo haciendo desde que tengo uso de razón. La gran base de mi formación está en los 6 años que estudié osteopatía. Ahí aprendí a entender la complejidad del cuerpo humano y lo importante que es ir siempre al origen del “problema” que trae la persona. Pero también me he formado en neurobiología del dolor, neurociencia corporal y de la meditación, cadenas musculares y su relación emocional, técnicas de respiración, terapia somática y mindfulness.

En paralelo, colaboro con varios laboratorios con los que realizo jornadas de formación en fitoterapia, micoterapia y suplementación natural, ya que a veces es necesario ayudar al organismo a recuperar su equilibrio interno dándole los nutrientes que necesita.

Cuando alcancé más experiencia, empecé a darme cuenta de lo importante que es trabajar en equipo desde distintas disciplinas para poder ayudar de verdad a las personas que lo necesitan. Así que en 2021 creé Calma Project, ese oasis al que a mí me habría gustado acudir cuando pasé por todos esos momentos de caos en mi vida en los que me sentí tan perdida. Ahora espero que pueda ser un lugar seguro para ti al que poder recurrir siempre que lo necesites.